La incorporación a la guardería constituirá un terreno de “batalla” para nuestro sistema defensivo, necesario para desarrollarse y será una época dura para la familia…pero como dijo Sun Tzu en su Arte de la guerra:
¨Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, no deberías temer el resultado de mil batallas¨ … y es cierto que no serán pocas las infecciones que sufrirán siendo típico los comentarios de “está más tiempo en casa que en la guardería” o “ no se para que pago ai siempre está malo”.
¿Entonces que hago?
Sin lugar a dudas, el paso con las Escuelas Infantiles (muy distintas a nuestras antiguas guarderías) serán beneficiosas para vuestros hij@s. Volarán en cuanto al desarrollo psicomotor al ver multiplicados los estímulos. Ampliarán los contactos, se adaptarán a nuevos entornos, aprenderán a compartir, escuchar, expresarse… (y también vosotros los padres/madres preparaos para entrar de golpe en su gran vida social-escolar, o sea, más eventos por todos los lados jiji).
Ahora la cara mala, pero a su vez muy necesaria. El contacto con los agentes patógenos, los bichos, microbios… como queráis llamarlos. Las exposiciones a ellos, por las que todos hemos pasado, son necesarias para que nuestro sistema defensivo se desarrolle con normalidad (el caso raro será el que apenas nunca esté enfermo, que también existe).
Es cierto que debido a la difícil conciliación con el mundo laboral en nuestro país y no siempre la disponibilidad de familiares que hagan de cuidadores, hace que cada vez la entrada a la escolarización se realice antes. A su vez las defensas que han transmitido las madres durante el embarazo empiezan a descender desde los 6 meses de vida. De ahí el hecho que aunque sea necesario el contacto de los niñ@s con los “bichos” para que el sistema defensivo vaya madurando y produciendo sus propios anticuerpos, serán los primeros meses de escolarización los que más enfermarán.
Valen van a caer mucho, pero ¿cuánto?
Dependerá de varios factores: de la edad a la que inicien a acudir al centro, si tienen hermanos, si hay fumadores en casa, del numero de niños en clase…
Las infecciones más habituales serán las virales, entre ellas las infecciones respiratorias (catarros, otitis, faringitis…) y gastrointestinales. Ya os irán sonando algunos nombres por los que pasarán como el mano-pie-boca, escarlatina, herpangina, exantemas …
De media, el primer año podrán llegar a sufrir unas 12-15 infecciones, casi todas unificadas en los meses de otoño e invierno. A esto hay que añadir que los síntomas de cada infección respiratoria pueden durar semanas (los mocos unas 2 semanas y la tos hasta 3 semanas), haciendo que en muchas ocasiones se superpongan. Dicho de otra forma, antes de dejar un proceso, cogerán otro.
Este año ha sido especialmente difícil. Tras las retiradas de mascarilla y la relajacion de las médidas higienénicas, ha habido un boom de infecciones. Los cambios de ritmo estacional de los virus tras la pandemia de COVID junto al no contacto previo durante meses con los microorganismos, consiguieron una tormenta perfecta desde el inicio escolar hasta prácticamente el fin de la primavera. Los adultos también se vieron afectados con mucha más frecuencia e intensidad. Se llegó a considerar como teoría un “déficit inmunitario”, como si nuestras defensas dejaran de ir al gimnasio durante 2 años y a la vuelta, éstas estaban a medio gas. ¿Que ocurrirá este año? No sabemos, pero crucemos los dedos que sea mejor.
¿Se puede hacer algo?
Ya aprendimos en la pandemia la importancia de la mascarilla, aislamiento social y el lavado de manos para evitar los contagios. Esto es muy difícil en los más pequeños, pero les podemos ir enseñando a taparse con la mano en el momento de toser o estornudar, lavarse posteriormente las manos con jabón… y algo que no todos respetan: intentad no llevar a los niñ@s si tienen fiebre o se encuentran mal..
En cuanto al tabaco, si fumáis es un magnífico momento para abandonar el consumo. Tampoco vale el fumar cuando el niñ@ no está o el fumar en la terraza (existe el humo de tercera mano, las sustancias se depositan en la ropa y en el pelo y también las inhalan).
Vacunadles por favor!! Gracias a las vacunas el número de infecciones gravísimas a disminuido de forma brutal, salvando millones de vidas.
Si toman pecho, alargar la lactancia materna lo máximo posible mientras podáis.
Y no perdáis la paciencia. La mayoría de las infecciones respiratorias en los niños son causadas por virus y curan por sí solas. Un niño puede pasar unos 40 a 50 procesos infecciosos durante los 5 primeros años de vida, y es normal!!
Pensad que gracias a ellos nuestras defensas están entrenando. No solo para afrontar las infecciones si no que también facilitará que nuestro sistema inmunitario vaya modulando a otros niveles para evitar patología intestinal, alergias, enfermedades autoinmunes-inflamatorias…
Es entendible vuestra preocupación cuando tienen fiebre, no comen, están menos activos… A esto se suma el estrés de la organización familiar cada vez que caen enfermos. Con quién los dejas, permisos en el trabajo, el jefe está ya muy mosca, solicitar justificantes… y se desea que el niño cure cuanto antes. Desgraciadamente la mayoría de las ocasiones el causante serán infecciones víricas y repito, los tratamientos son poco efectivos en resolver los síntomas. Lo más importante será vigilar las posibles complicaciones y el pediatra os enseñará los signos de alarma a los que debemos estar atentos.
Con tos ello desearos mucho ánimo. Serán días duros, sí (y las noches más) pero no debéis dejar de disfrutar de unos meses espectaculares viendo lo rápido que van creciendo y madurado. Eso compensará todo.
https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/escuelas-infantiles-guarderias
