Afortunadamente en nuestro país disponemos de un Calendario Vacunal cada vez más amplio, cada nueva vacuna supone un enorme regalo para nuestros hij@s.
Sin lugar a dudas, las vacunas son la medida preventiva más importante de los programas de salud infantil. Su eficacia, de sobra demostrada, hace que en algunas ocasiones se olvide el gran número de vidas que salvan y enfermedades que se evitan, en adultos y en niños.
Salvo la potabilización del agua, ninguna otra medida como la vacunación ha contribuido a disminuir tanto la morbilidad como la mortalidad en la especie humana a lo largo de la historia. La muerte a causa de enfermedades prevenibles con vacunas no es una amenaza ajena. Recientemente hemos vivido las consecuencias de una epidemia, y la gran ayuda que nos proporcionó la vacunación.
Aun así, siguen surgiendo recelos, escepticismo y dudas por parte de algunos padres o colectivos, que sin contrastar información veraz, ponen en peligro la vida de sus hijos (y la de su entorno) e incluso propagan informaciones erróneas o falsas (más conocidas actualmente como fake news).
El arraigo de estas creencias puede traducirse en una disminución de las tasas de vacunación y por consiguiente en un resurgimiento de las enfermedades evitables con vacunas.
¿QUÉ SON LAS VACUNAS?
Las vacunas son preparados biológicos que generan una respuesta protectora semejante a la infección natural sin exponer a la persona a la enfermedad o a riesgos de posibles complicaciones.
Muy resumido, se administra un microorganismo entero inactivado (muerto) o atenuado (debilitado), o bien una parte del microorganismo, para que nuestro sistema inmunológico desarrolle defensas específicas contra esas enfermedades, consiguiendo evitar complicaciones graves, secuelas e incluso la muerte.
¿PERO SON SEGURAS LAS VACUNAS?
Todas las vacunas que se recomiendan en los calendarios de vacunación infantil son seguras. Lo repito de nuevo, SON SEGURAS.
Es cierto que pueden tener efectos secundarios, como ocurre con cualquier fármaco. Los más frecuentes son leves y suelen ser reacciones locales, fiebre o malestar (produciéndose efectos secundarios graves en muy raras ocasiones).
Se debe tener en cuenta que los beneficios que proporcionan la vacunación son ampliamente mayores que dichos posibles efectos. Por ejemplo, es mil veces más probable sufrir una complicación neurológica por la enfermedad de sarampión que por la vacunación, o más probable que se tenga una afectación cardíaca producida con la COVID-19 que con la vacunación contra éste.
Su seguridad es muy elevada y son los productos farmacéuticos a los que se les exigen estándares de seguridad más altos y pasan más controles de calidad siendo estos además muy rigurosos. Los ensayos clínicos son numerosos y muy exigentes, se hacen con personas sanas y a largo plazo, de forma que cuando finalmente se aprueba su empleo para la cobertura de la población en general, han pasado por un intenso registro de control que garantiza tanto su eficacia como su seguridad para las personas.
Con la epidemia de SARS se levantó más revuelo por la rápidez de producción de la vacuna. La capacidad tecnológica así lo permitió, sin olvidarse en ningún momento que la seguridad debía demostrarse antes de ser administrada. Debemos continuar dándole las gracias.
¿PERO PARA QUÉ SI ESAS ENFERMEDADES YA NO EXISTEN?
Nuestros hijos ya no verán personas cojear debido a la Poliomelitis (espero).
La vacunación ha conseguido que algunas enfermedades sean muy infrecuentes o prácticamente hayan desaparecido (en 15 años solamente he visto 2 casos de sarampión). Es un error pensar que ya no hace falta vacunarse porque una enfermedad sea en la actualidad poco frecuente.
Sin embargo, en otros países sin la fortuna de disponer de vacunas o en los que tienen menores tasas de vacunación, los agentes infecciosos siguen circulando. En un mundo globalizado que no tiene fronteras y está ampliamente interconectado, dichos gérmenes pueden llegar a cualquier región con la capacidad de producir la enfermedad.
Debido a esto en España se están notificando varios brotes de sarampión importados de otros países, afectando a colectivos de población no vacunados o vacunados de forma incompleta.
En nuestro país se han conseguido tasas vacunales espectaculares, por encima del 95% de la población infantil. Ese efecto beneficioso también se traslada a los no vacunados, dado que también se protege a estos al reducirse la circulación del agente causante: lo que es llamado efecto rebaño.
El acto de vacunación no solo protege de forma individual si no también colectiva. Sed solidarios.
ES MEJOR PASAR LA ENFERMEDAD …
Seguro que habéis escuchado frases como las siguientes: “La varicela se pasa y ya está” o “Yo no me vacuno de la gripe porque la vacuna me sienta fatal”.
Incluso se hacían quedadas para que varios niños en una merienda se contagiarán de varicela.
Uno de los niños más graves que he visto hasta ahora fue un niño de 5 años en UCI con las 2 piernas amputadas tras una sobreinfección bacteriana (sepsis) secundaria a una varicela (por aquel entonces la vacuna varicela no estaba incluida dentro del calendario).
Enfermedades que evita la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola, parotiditis) pueden conllevar complicaciones graves como neumonía, orquitis-inflamación de testículos y riesgo de pérdida, encefalitis-inflamación cerebro con graves secuelas/muerte, síndrome de rubéola congénita (afectación del feto)…
Moraleja: un niñ@ no vacunado queda innecesariamente susceptible y vulnerable ante cualquier patología que podría acarrear un desenlace vital fatal.
ES QUE CADA VEZ SON MÁS …
En la última década hemos visto un incremento de vacunas dentro de cada calendario vacunal. Gracias al esfuerzo de l@s pediatras esto ha sido posible y, desde luego, va a redundar en vuestros hij@s y en toda la sociedad.
Hace años no se podían administrar las tan importantes vacunas de la varicela, el neumococo, el papiloma, el meningococo … Posteriormente las podíais comprar con un gran esfuerzo económico, y finalmente se han ido incluyendo de forma progresiva en los calendarios (eso sí, sigue sin unificarse a nivel nacional, siendo distinto en cada comunidad). Aunque queda pendiente alguna vacuna como la del Rotavirus.
Recientemente, y es todo un logro, que por fín se administre de forma sistemática la vacuna de la Gripe hasta los 5 años, del Papiloma en varones, la inmunoglobulina para el Virus Respiratorio Sincitial en los más pequeños… Y en meses próximos tendremos nuevas novedades (VRS en embarazadas, se ampliarán serotipos de neumococo, más serotipos de meningococo a edades más tempranas…)
Al inicio de año desde el Comité Asesor de Vacunas, nos actualizan de dichas novedades y propuestas. Podéis consultarlas, así como cualquier duda de vacunación en el siguiente enlace:
https://vacunasaep.org/familias/calendario-de-inmunizaciones-aep-2024-familias
¿NO LE AFECTAN TANTAS VACUNAS A LA VEZ?
En las últimas modificaciones de calendario se han unificado varias vacunas en el mismo acto vacunal. Con ello se busca que vuestro hij@ esté lo más protegido y cuanto antes. A su vez se les hace pasar menos veces “por el mal trago” de acudir al centro de salud/vacunación.
Se sumará a los beneficios vacunales, la necesidad de menos consultas en el pediatra, un ahorro de tiempo, un ahorro económico y, facilitar el cumplimiento del calendario de vacunas.
Hay evidencia que la administración simultánea de varias vacunas no conlleva ninguna sobrecarga sobre las defensas del organismo del niñ@. Nuestro sistema defensivo está perfectamente capacitado para contactar con varios estímulos vacunales a la vez (lo mismo ocurre en los inviernos cuando en la misma clase 5 niños tienen gastroenteritis, 8 compañeros tosen, 4 más tienen faringitis y a saber lo que están incubando el resto).
Las vacunas actuales pueden contener muchos antígenos pero la tecnología actual está permitiendo tener vacunas con una carga antigénica menor respecto las anteriores.
Podéis ampliar más información con este superlibro “Manual vacunas para padres”:
https://sepeap.org/wp-content/uploads/2021/07/Manual-de-vacunas-para-padres.pdf
Por favor, no olvidéis que las críticas a la vacunación sólo son consecuencia del éxito de la misma, (y diría más, un acto de egoísmo).
No dejéis desprotegidos a vuestros niñ@s.
Regadladles salud, regaladles vacunas, regaladles vida.